Suave ciertamente es la luz y agradable a los ojos ver el sol. Pero aunque un hombre viva muchos años, y los disfruta todos, acuérdese de los días oscuros, que serán muchos: todo lo que pasa es vanidad. Alégrate, joven, en tu juventud y que tu corazón se complazca en los días de tu juventud. Sigue los caminos de tu corazón y los deseos de tus ojos. (…) Quita de tu corazón la melancolía, saca de tu cuerpo el dolor, porque la juventud y la adolescencia son vanidad.
¿Sabes lo que acabamos de leer? ¡El antiguo Testamento! 🙂 (Eclesiastés 11, 7-10).
El autor desconocido, que escribió bajo el seudónimo de "Qoheleth", fue señalado como hedonista porque contrastaba con la ley y la tradición de la época. Su invitación a disfrutar la juventud y la vida antes de que se desvanezcan en el aire es verdaderamente aleccionadora y única en toda la Biblia.